| Ejemplo: la némesis deportiva Sharapova-Williams
Antesala pictórica de lujo para este post, con la imagen de Sharapova y Williams, íconos de belleza, talento y éxito de una época dorada del tenis femenino. Y, ya entrando en el tema, a la hora de analizar a fondo el concepto que nos ocupa tenemos que exponer previamente que el mismo tiene su origen etimológico en una antigua raíz indoeuropea que es nem o nom. La misma puede establecerse que se traduce como “asignar, distribuir”. Asimismo es importante subrayar el hecho de que al principio estaba vinculada a lo que era la justicia equitativa.
El término némesis no está contemplado como contenido por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) , pero no es un vocablo inventado. Si uno indaga en la mitología griega, no tardará en descubrir que Némesis es el nombre que identifica a la diosa de la venganza, la fortuna y la justicia retributiva. Se ocupaba de aplicar un castigo a aquellos que no obedecían (por ejemplo, a los hijos que no respetaban las órdenes de sus padres).
nombre femenino:
1. Castigo fatal que restablece un orden anterior.
"Al campeón le llegó su némesis con el retador."
2. Persona enfrentada a otra o enemiga acérrima suya.
"Era su enemigo mortal, su némesis.
Se la representaba como una figura alada, a menudo con un velo o una corona, sosteniendo una rueda y una espada, antorcha o serpiente, como instrumentos para ejercer su castigo.
Al ser una deidad primigenia, la diosa Némesis estaba por encima de los dioses Olímpicos, y sus acciones eran consideradas inevitables e implacables. Era la encargada de castigar a los hijos desobedientes, a quienes ignoraban la jerarquía de mando y a los amantes infieles.
También era la encargada de medir la felicidad o la desdicha de los mortales, aunque su carácter vengativo se fue imponiendo en el tiempo y terminó siendo una de las furias, deidades muy vinculadas con las pasiones tribales y sangrientas.
Dado que la cultura griega no toleraba la soberbia y la desmesura, considerándolos los únicos “pecados” punibles por los dioses, su visión de la justicia tenía que ver justamente con lo proporcional, lo correspondiente.
La diosa Némesis podía castigar a los favorecidos por la fortuna, por ejemplo, arrebatándoles lo recientemente ganado. Su versión romana prácticamente equivalente era la diosa Invidia (envidia).
Se explica así que la palabra Némesis posea hoy en día el significado de una retribución justa o divina, un castigo largamente pospuesto o esperado, o una forma de justicia poética. También es común verla empleada como sinónimo de enemigo o de final.
En el primer caso se debe a que tendemos a asociar la enemistad con el deseo de venganza; y en el segundo porque la acción de la justicia solía ser el final de las representaciones trágicas de la antigüedad, o incluso de muchos relatos contemporáneos, en los que recuperar el equilibrio es, de alguna manera, la moraleja.
Cabe resaltar además que, en ciertas ocasiones, némesis suele utilizarse como sinónimo de enemigo. Este uso proviene del deseo que puede tener un individuo de concretar una venganza contra su enemigo, tal como haría la diosa Némesis para administrar la justicia retributiva.
Cabe resaltar además que, en ciertas ocasiones, némesis suele utilizarse como sinónimo de enemigo. Este uso proviene del deseo que puede tener un individuo de concretar una venganza contra su enemigo, tal como haría la diosa Némesis para administrar la justicia retributiva.
Por ejemplo: “El Guasón es el némesis de Batman”, “Este hombre, una vez más, tuvo que enfrentarse a su némesis”.
Para captar en toda su esencia el significado de némesis, de seguido algunos ejemplos de uso de esta palabra son:
- “Súperman es el némesis de Lex Luthor”
- “¡Ha llegado tu némesis, ahora pagarás por tus fechorías!”
- “No lo creo: el día de mi némesis está lejano aún”
- “Tarde o temprano, los poderosos encuentran su némesis”
- “Yo seré la némesis de los políticos corruptos”
